Nuestra yerba mate y nuestros pueblos originarios.

Sabías que los primeros en desarrollar el cultivo de yerba mate fueron los Guaraníes en la provincia de Misiones.

Fueron grandes agricultores, tenían desarrollada un gran técnica de cultivo, Técnica de roza, donde limpiaban el terreno de árboles y vegetación, quitando las malezas. Esto permitía que quede un terreno llano y óptimo para el cultivo.

Allí descubrieron que las hojas de yerba mate al secarlas se podían mezclar con agua hervida y así realizar un infusión que permitía calmar la sed. También las utilizaban para masticar mientras trabajaban o caminaban.

El primer desarrollo del proyecto de mate fue de ellos, utilizaban calabacitas donde ponían las hojas secas, al principio utilizaron su labios y dientes como barrera para evitar el paso de las hojas y luego usaron trozos de junco como bombillas. 

Cuando llegan los Jesuítas, a evangelizar nuestras tierras, descubren esta costumbre. Los Jesuítas creían que no estaba bien tomar mate porque no les parecía correcto el uso de la bombilla y prohibieron el uso del mate, establecieron el uso de la yerba mate para ser utilizada como el té. De allí surge el mate cocido.

Las misiones jesuíticas organizaron la agricultura y la producción de cultivos de yerba mate, así se encargaron de hacerla conocer en todo el Virreinato de la Plata y también la llevaron a Europa.
Es parte del inicio de la comercialización de la yerba mate, a través de las misiones jesuíticas.

Cuando miramos hacia atrás y vemos la incidencia que los pueblos originarios tuvieron en nuestras costumbres y las altas capacidades de desarrollo que tenían, da cuenta del potencial de nuestro país y que importante es la defensa y cuidado de la industria nacional para construir una nación con identidad.